Envases Plásticos y Tapas

En el mundo moderno, los envases plásticos y las tapas PET desempeñan un papel fundamental en la industria del empaque. Estos productos ofrecen versatilidad, durabilidad y una gama diversa de aplicaciones que los hacen indispensables en diversos sectores. En Vida Urbana, te presentamos la innovadora línea de envases plásticos y tapas PET, destacando sus ventajas y comparándolas con otros materiales de envase.

Es el recipiente o envoltorio que contiene el producto, está en contacto directo con él y lo presenta en su forma más simple.

Mantiene las propiedades del producto, evitando el deterioro, contaminación, adulteración y dispersión, para que llegue en perfectas condiciones al consumidor.

Los envases plásticos son conocidos por su versatilidad y capacidad para adaptarse a una amplia variedad de productos. Fabricados en diferentes formas y tamaños, los envases plásticos pueden contener líquidos, sólidos, productos químicos y más. Su ligereza, resistencia y facilidad de moldeado los convierten en la opción preferida para una variedad de industrias, incluyendo alimentos, bebidas, cosméticos y productos químicos.

Las tapas PET, fabricadas con polietileno tereftalato, ofrecen características únicas que las hacen ideales para sellar envases plásticos. Su resistencia, transparencia y propiedades de barrera frente a gases y líquidos las convierten en la opción perfecta para mantener la frescura y la integridad de los productos envasados. Las tapas PET son conocidas por su eficaz sellado, previniendo derrames y garantizando la seguridad del contenido.

• Contener: Sirve para facilitar la manipulación, el almacenaje y el transporte para distribuir el producto a lo largo de la cadena comercial.
• Proteger: Aísla el producto de factores que lo pueden alterar y proporciona protección efectiva durante su almacenaje, transporte, distribución y exhibición.
• Transportar: Facilitar las operaciones del movimiento y transporte sin importar su estado físico.
• Conservar: Permite que el producto pueda ser almacenado o exhibido durante determinado tiempo sin sufrir alteraciones. (fecha de caducidad)

• Cuidado con el medio ambiente: Los plásticos tienen efectos negativos en la naturaleza; sin embargo, las botellas PET son una buena forma de cuidar del medio ambiente sin tener que renunciar a las funcionalidades tan prácticas que nos aportan estos envases plásticos.
• Durareros: estos envases son resistentes, difíciles de romper, asequibles económicamente, y lo más importante, reciclables.
• Fácil elaboración: el consumo de energía, agua y materias primas necesario para fabricar botellas PET es mucho menor, y la huella de carbono que tienen también es más baja que la de otros materiales.

• Plasticidad y Moldeabilidad: A diferencia de materiales como el vidrio o el metal, los envases plásticos pueden moldearse fácilmente en diversas formas y tamaños, permitiendo una personalización y diseño más flexibles.
• Ligereza: Los envases plásticos son significativamente más ligeros que sus contrapartes de vidrio o metal, lo que reduce costos de transporte y minimiza la huella de carbono asociada con el envío.
• Transparencia y Visibilidad: Los envases plásticos, especialmente aquellos fabricados con PET, ofrecen una transparencia que permite a los consumidores ver el contenido, aumentando la visibilidad del producto y atractivo en el punto de venta.
• Seguridad y Durabilidad: Las tapas PET proporcionan un sellado hermético que asegura la seguridad del contenido y prolonga la vida útil del producto. Además, los envases plásticos son resistentes a roturas y golpes, ofreciendo una mayor durabilidad en comparación con envases de vidrio.
• Reciclabilidad: Tanto los envases plásticos como las tapas PET son altamente reciclables, contribuyendo a prácticas sostenibles y reduciendo la cantidad de residuos en el medio ambiente.

Es un tipo de plástico fuerte, flexible y además, 100% reciclable, usado para fabricar envases y tejidos sintéticos. Podemos destacar que permite ser reciclado múltiples veces y además tiene un bajo grado de toxicidad, razón por la que está aprobado para la fabricación de envases rígidos destinados al sector alimentario.

La versatilidad de los envases plásticos y las tapas PET se refleja en la variedad de aplicaciones y diseños disponibles. Desde envases para alimentos y bebidas hasta envases para productos de cuidado personal y químicos, estos materiales se adaptan a diversas necesidades. Además, la posibilidad de imprimir etiquetas personalizadas y diseños atractivos en los envases plásticos permite a las marcas destacarse en el mercado.

1. Los envases de PET comienzan su proceso de reciclaje en el momento en el que son depositados en el contenedor amarillo. De aquí son trasladados a una planta de selección de envases, en donde se separan por su tipología. En el caso concreto del PET, será un separador óptico el que detectará su longitud de onda y lo seleccionará para hacer un flujo puro de este material.


2. Después, se transporta y se envía en grandes balas a una planta de reciclado. Las balas son introducidas en una cinta que recorrerá todas las fases para el tratamiento del PET, mediante una combinación de procesos mecánicos, ópticos y manuales.


3. Con el flujo obtenido de PET, se procede a su triturado convirtiéndose en escamas. Estas escamas son lavadas y enjuagadas varias veces con el fin de eliminar impropios como el papel, restos orgánicos o pegamentos. Posteriormente se realiza un proceso de secado a alta temperatura para eliminar la humedad de las escamas.


4. Por último, en los laboratorios de las empresas de reciclado, se realizan exhaustivos controles que garantizan que el producto pueda usarse directamente en la fabricación de nuevos artículos.

De esta manera el envase de PET se convertirá en un recurso que dará forma a un nuevo artículo para seguir haciéndonos la vida más fácil. Porque recuerda: existen tipos de plásticos que, tratados correctamente, suponen una alternativa sostenible y circular. Reciclar el PET es un pequeño gran paso para seguir cuidando el medioambiente.